domingo, 17 de mayo de 2015

BATALLA 2 - Fantasy


BATALLA 2 – UNA DEFENSA INESPERADA



Al poco de conseguir establecer las fuerzas del general Theodric de Brione, fueron dispuestas para explorar los terrenos mas cercanos y comprobar que todo estaba fuera de peligro, y ningún enemigo se hallaba cerca.

Aunque muchos comprobaron que la fauna de la región era mucho mas peligrosa, de lo que parecía inicialmente. Algunos exploradores murieron al poco, ya fuese por un animal o por una planta. Otros en cambio consiguieron volver sorprendentemente sanos y salvos, aunque con algunos hallazgos que fueron comunicando a sus capitanes, como fue el caso de unos cadáveres de unos elfos, a unas pocas millas de donde ellos se encontraban, en el interior de un bosque. Al comunicárselo a uno de los capitanes de explores, este antes de comunicar ninguna posible amenaza, decidió coger a un pequeño grupo y llevarlos a la zona donde habían los cadáveres.

Cuando se hallaron enfrente de los pocos restos que quedaban, ya fuese porque los animales se los hubiesen comido o incluso los propios elfos hubieran intentado volver a recuperar los cuerpos de sus hermanos, pudieron observar que las heridas que habían causado la muerte a estos valientes guerreros no fueron otra cosa que las armas de algún rival. Aunque el capitán no pudo reconocer las marcas de las armas, pero no tardaría en verlas en directo.

Mientras se hallaban estudiando el terreno, antes de que pudiesen si quiera reaccionar, se vieron rodeados por unos pocos guerreros esqueletos, comenzaron a luchar contra ellos. Abatiendo a los necesarios para poderse abrir paso y así intentar huir de ellos, ya que sabían que por muy lentos que fuesen, la tenacidad de un No muerto en combate es muy peligrosa.

Algunos de los compañeros del capitán cayeron ante las armas No muertas, un pocos consiguieron salir, pero pronto observaron que el peligro no había pasado, pues unos arqueros óseos comenzaron a lanzar sus flechas contra ellos. El capitán de los exploradores, por precaución había decido llevar un ave mensajera, pues era la única cosa que podía informar en caso de que a ellos les pasase algo, como había sido el caso. Tras pedirle a sus hombres que ganasen tiempo, para poder escribir el breve mensaje a su señor y alertarle.

Una vez mandó al ave surcar los cielos, y así avisar a sus hermanos el valeroso capitán decidió emprender una dura acción, intentar engañar a esos No muertos, para poder ganar tiempo y así que organizasen una pequeña defensa. Tras un rato de correr y huir del enemigo, una de las mágicas flechas de los arqueros consiguió herirle en una pierna, el capitán empezó a comprender que su final se hallaba lo suficientemente cerca… Así que, ya que había conseguido alejar al enemigo una distancia prudencial, era el momento de demostrarse, cuan valeroso hubiera sido…

Desenvainó su arma, aunque en ese preciso momento otra flecha le impacto en el centro del pecho, le infringió una herida mortal, aunque sabía que la muerte iba a ser algo lenta, y apoyándose en un viejo árbol decidió esperar hasta que el enemigo le diera alcance. Aunque… La suerte no estaba del lado de nuestro valeroso capitán, pues las lluvias seguían lloviendo y quedándose quieto, les facilitó el trabajo a los arqueros enemigos, que no cesaron en sus disparos, pues todos sabían que los muertos no conocen la piedad. Finalmente el cuerpo del capitán había quedado tan lleno de flechas, algunas clavadas incluso contra el tronco del árbol donde había decido apoyarse y esperar a su enemigo, que las propias flechas habían llegado a contener el peso del cuerpo sin vida del explorador.



Una vez el ave llego al asentamiento bretoniano, rápidamente, un mensajero dio la alerta al asentamiento y al general Theodric, viendo el problema al que se iban a enfrentar decidió apostar por una estrategia arriesgada. Decidió encerrar a todos los hombres que no fuese de armas dentro de las pequeñas casa que habían construido para su asentamiento y situar a sus tropas alrededor de la casa central, pues sabía que así el enemigo se acercase por donde fuere, tendrían tiempo a llegar y a reaccionar.



Como bien fue de esperar, el general Khemriano intentó rodear toda la aldea, pero también tuvo que guardar un gran contingente, por donde pensaba hacer el golpe más duro. Aunque como buen caballero bretoniano el general Theodric no dudó en mover primero a sus tropas y así llevar la iniciativa y el valor juntos, pues la propia dama les protegía, así que ordenó a sus tropas que se dirigiesen contra el enemigo y luchasen como el propio caballero verde. Ningún hombre que había combatido previamente con Theodric le había visto tan determinado a proteger a su gente, así que inspiró a sus tropas para que cogieran todo el valor que guardaban dentro y usando ese mismo valor como arma, acabaran con el sitio al cual les querían someter.

Por su parte el general Khemriano, parecía tener sus propios intereses. Pues aunque prestó atención al enemigo que tenía delante, su objetivo eran las casas llenas de hombres. Pues hizo correr a sus hombres y carros lo suficiente para situarlos alrededor de las casas, y dando orden a algunos de sus guerreros de elite comenzaron a matar los aldeanos que dentro de estas se encontraban. Theodric al ver tal atrocidad ordenó una carga directa contra un grupo de arqueros que se encontraban cubriendo al los magos No muertos, que además contaban con la ayuda de un gigante de piedra que parecía ayudar a recoger la energía mágica.

La batalla transcurría de forma brutal, la caballería impactaba contra las filas de los No muertos, estos por su parte se dedicaban a recibir las cargas, combatirlas y matar a los aldeanos que podían. Durante la batalla los arqueros No muertos lanzaron oleadas de flechas, pero los poderosos caballeros bretonianos gracias a sus pesadas armaduras, consiguieron eludir toda herida mortal.



Aunque lo que Theodric no se esperaba, fue la asombrosa aparición de unas serpientes de roca, que surgieron de debajo de la tierra, mientras una se dedicó a matar a los aldeanos que en ella se encontraban, las otras usaron su magia para abatir unos cuantos caballeros bretonianos de un regimiento que se encontraba cerca, hicieron mucho daño al grupo de caballeros pero la determinación de su general al comienzo de la batalla, les había inspirado de tal manera que parecían no conocer el miedo.

Finalmente el general Khemriano había logrado lo que venía a buscar, pues asombrosamente muchos de los cuerpos de aquellos hombres asesinados se habían alzado de una forma asombrosa, así que ordenó a sus tropas retirarse, pues la batalla se encontraba en un momento donde una pequeña derrota significa una futura victoria. Pero toda retirada, necesitaba un sacrifico, así que dejando a todos los magos y unidades que se encontraban protegiéndolos, junto a unos pocos guerreros, ordenó a sus tropas batirse en retirada, y como magníficos soldados, perdieron sus formaciones de combate y comenzaron a retirarse. Theodric, al ver esta situación, ordenó a sus soldados que terminasen con los pocos que se habían quedado atrás y dejasen escapar al resto, le parecía que los No muertos tramaban algo, pero sin saber de qué se trataba y con una tierra completamente nueva, era mejor ser precavido, por lo tanto enterrar a los muertos y comprobar cómo habían quedado sus tropas era lo más inteligente.

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