prologo

EL NUEVO PAIS

Los humos de la guerra pueden verse desde cualquier punto del Viejo mundo desde las industrias, los vientos de la magia hasta el campo de batalla más pequeño, todo está en marcha para la gran guerra que se avecina.
 

Los vientos de la magia se encuentran desatados, los grandes héroes junto con sus comandantes mas valerosos se encuentran en las líneas de frente, para evitar que el gran mal que azota el Viejo mundo pueda avanzar. Todos han movilizado a sus hordas para poder hacer frente a esta época de fuego, magia y acero; ya nada será lo mismo. Se han forjado alianzas jamás pensadas, viejos enemigos son ahora amigos, el Viejo mundo está cambiando ¿Qué le deparará el futuro?
 

Mientras en el antiguo emplazamiento de la región conocida, anteriormente, como Lustria, los temblores provocados en todo el mundo han hecho que el Viejo mundo se desplace sacando una nueva porción de tierra, solo unos pocos pudieron ver este suceso en las mareas temporales del futuro, otros por rumores fueron testigos de estos acontecimientos. Pero hasta ahora solo unos pocos se han arriesgado a mandar unos pequeños contingentes para comprobar si esto cierto y cuales han podido ser las causas… Tras un impacto de luna, los slann  mandando a su gente fuera del mundo para salvar a sus congéneres, junto con la energía liberada por la luna provocó unas fluctuaciones, que fueron las responsables de este suceso.
 

Siempre hubo una raza que jugó un poco con ventaja, fueron los Skavens alertados por Thanquol de este suceso, decidieron tomarle en cuenta pues había demostrado y con creces ser merecedor de esta confianza. Así que alertando al clan asesino decidió tomar una iniciativa un poco arriesgada, pero que con un poco de suerte podía significar un buen punto de inflexión en la guerra. Así que comenzó a trazar un plan para ver cómo frenar el avance de otros ejércitos hacia este nuevo lugar.